Las promesas de mi Señor no son para el cielo,
son para que las arrebatemos en esta tierra
porque allá no necesitaremos lo material
porque su presencia será sublime y suficiente.
El nuca demora, siempre actúa en favor de nosotros,
los amados de su corazón
y su favor podemos apreciar
cada día de nuestra vida.
Quien busca su misericordia la halla
y quien espera en El, recibe justa recompensa,
y los santos se regocijan
porque Dios cumple su Palabra Eterna.
Extiende tus manos y adora,
y al hacerlo el las llenará de su Poder
pues la potencia de su Gloria está en ti
para recibir de su mano y comer.
Dios es tu Padre bondadoso
quien sacia tu boca y tus manos de bondad
porque Grande y bueno es
y para siempre es su misericordia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario