Sonríe

Hola princesa de mi cariño

hoy es un buen día para estar feliz
pues te ves radiante y es mejor verte sonreír;
y así te ves mejor en este preciso instante.

No pares de reír pues eso me hace bien
y me da la alegría de vivir;
sigue mis palabras con tu mirada
y yo veré a través de ella tu mundo.

Te regalo una rosa de rubí
para que la guardes en tu corazón de cristal
y permanezca allí cada día
alimentada por tu amor.

Toma mi mano y caminemos juntos
por la vereda que conduce hacia el mar,
y cuando desees refrescar tus pies descalzos
deja que los dedos de las olas hagan el trabajo por tí.

Cierro mis ojos porque quiero verte
están secos de tu silueta angelical,
por eso te busco en cada grato recuerdo
que me devuelva el calor a mi retina helada.

Si eres feliz demuéstralo con otra sonrisa
y así las ventanas de tu mundo se refrescarán,
si me extrañas búscame
que bien sabes no te despreciaré.

Sigo buscando el pretexto para verte
pero parece que nunca lo logro,
tendré que pensarte y recordar tu sonreír
quizá allí encuentre lo que busco cada día.

La vida te da la alegría
por eso no te olvides de vivir,
mi alma te da calor
acércate cuando tengas frío.

Sonríe y sigue sonriendo
que al final de este verso
la calidez de tu alegría
la sentiré y seguiré escribiendo.