no entiendo por qué me aferro a tí
solo sé que es lo único que me da paz
y me da cada día la alegría de vivir.
Me cautivaste por completo y lo acepto
hoy vivo con las ansias de darte más de mí,
para que sientas cómo es ese amor
que lo da todo por hacerte sentir.
Pues eres mas especial y lo admito en verdad
que fue esa forma de ser la que me cambió,
me dio el hálito para saltar hacia las nubes y volar
hacia la cúspide de tu amor.
No creas que me volví loco por lo que escribo,
loco ya estaba, pero no sabía por qué
y aunque aún sigo sin saberlo puedo decir
que mi mayor alegría es amarte locamente.
Pero soy una persona cuerda
porque aún sigo aterrizado,
en tu mirada, entre tus brazos y tu regazo
descansando justo en el lugar que necesito estar.
Erguiré una estatua en tu nombre
y todos conocerán de quien hablaba
en mis interminables charlas y tertulias sabatinas
a la orilla de la playa en Santa Marta.
Un día despertaré y tendré la oportunidad de verte
más allá de los píxeles y la tecnología,
conoceré en realidad lo que nadie vio en tí,
la mujer que vive para cautivar corazones: tú.
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