Será que mis labios callan
por prudencia o por amor?
Creo en el sencillo respeto
hacia la misma integridad,
pero es tan difícil guardar silencio
cuando se quieren expresar los sentimientos.
No es tan solo una emoción,
mas bien una convicción reprimida,
escondida en palabras quietas y sigilosas
que se escurren en mi mente
y derrepente evidencian una gran pasión
porque sepas quién soy.
A veces creo que mis palabras ya no son nada,
al conocer el otro lado de la moneda,
no me siento digno de tu mirar
pues a veces pienso que soy yo
quien está demás en la mejor historia jamás contada,
la historia de tu vida.
Parezco estatua por instantes
quizá cuando más ansías tener a tu lado
una persona de carne y hueso
demuestro que tengo un corazón
pero que por fuera estoy retocado con concreto y yeso.
Son estos los momentos que desearía
tener la capacidad de dominar el tiempo
más que mis propias emociones
porque el corazón no se hizo para pensar
sino para amar y demostrar valentía.
Hoy me toca seguir siendo valiente
con mi solicitud hacia el silencio
pero gritando por dentro que estoy vivo
y que deseo estar cerca de tí
cada minuto, cada segundo
cada siglo y cada día amandote sin hablar.
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