lunes, 10 de agosto de 2009

Reflexión de vida

El día que te conocí
mi corazón latía más rápido
que las manecillas del reloj
y no sabía quien eras en realidad,

pero cada vez te iba conociendo
e internandome en tu vida
que terminé rendido ante la idea
que eramos el uno para el otro.

Como una rara coincidencia del camino,
donde encuentras en medio del desierto
un oasis que refrescará tu necesidad
de sentirte con la oportunidad de vivir.

Hoy camino por la vida y veo que aquí estás
en mis pensamientos, mis ideas y sueños,
en cada una de mis oraciones
y en la mayoría de mis canciones.

Encontrarte fue lo mas hermoso de vivir
porque pude entender el amor de Dios,
pues creo ser la respuesta
y el bordón para escalar tus montañas.

Me veo reflejado en tí cada vez más,
y creo que ya me acostumbré
a saber lo que estas pensando o me quieres decir
que sin decirlo simplemente lo sé.

Dios me habló de tí anoche
y nuevamente me paro en la vereda
dispuesto a batallar junto a tí
cada día de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario