me aferro a los sentidos de mi corazón,
no se si es instinto o intuición
pero sé que tengo que amarte con pasión.
Canta doncella mía
la canción de tu corazón
donde yo soy el héroe de tu historia
y tú la princesa que cuido de noche y de día.
Tan siquiera en el recuerdo de tu memoria
revive la alegría de estar juntos,
que yo en el silencio de cada noche
susurraré tu nombre con júbilo y victoria.
Fui desafiado y vencí
batallé pero no sufrí derrota,
se que te tengo
y que nunca te irás.
Sin negociación alguna me aventuro
por la ruta de tu amor natural,
sin mancha ni pecado
porque te amo como el Creador te amó.
Soy tu guerrero, tu fiel compañero
y el escudero de tus batallas,
no hay negociación para ello
porque así me dice el corazón.
Para amar no es necesario negociar,
para cuidar es preciso de pie estar,
si te amo es porque lo vivo intensamente
y negociarlo ni siquiera en mi mente.
Dispuesto estoy para guardarte
hasta que llegue el día que decidas volar,
y aunque lejos de mí puedas llegar a estar
no negociaría el día que hoy viví pensando en tí.
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